Al convertir las complejas aspiraciones empresariales en listas de tareas claras para los equipos, la planificación estratégica ofrece a las organizaciones y marcas el camino más seguro para avanzar en tiempos de incertidumbre
Puntos clave:
- ¿Qué es la planificación estratégica?
- Ventajas y beneficios del la planificación estratégica para fabricantes, empresas y emprendedores
- Cómo dar rienda suelta a la planificación estratégica
Ahora que la transformación empresarial es la palabra de moda en una época de cambios sin precedentes y de turbulencias en el mercado, la planificación estratégica ha surgido como una necesidad del momento. Los programas de transformación exigen que los líderes reajusten su brújula pensando en grande y con atrevimiento. La hoja de ruta estratégica vincula ese pensamiento con la ejecución sobre el terreno. En otras palabras, ayuda a las organizaciones a ir de donde están hoy a donde quieren estar mañana por el camino más corto, rápido y rentable posible. ¿Cómo? Traduciendo la ambición empresarial en una guía fácil de seguir, paso a paso.
La elaboración de una hoja de ruta estratégica también es clave si se tiene en cuenta la importancia de seguir los cuatro pilares establecidos por el Foro Económico Mundial y el Consejo Empresarial Internacional (WEF/IBC) para el capitalismo de "stakeholders": Gobernanza, planeta, personas y prosperidad. Cuando se adoptan en el núcleo de la empresa, estas consideraciones tienen el potencial de desbloquear un valor único, significativo y sostenible, y la planificación estratégica ofrece a las empresas una puerta de entrada para alcanzar ese codiciado destino.
Una brújula para navegar en la incertidumbre
La planificación estratégica, a través de la hoja de ruta estratégica, capta los resultados clave que una empresa quiere alcanzar (en un horizonte temporal estipulado) y visualiza un camino claro para los líderes y los equipos. La planificación estratégica se confunde a menudo con la planificación a solas, pero no son exactamente lo mismo. Mientras que un plan se concentra más en los microdetalles y los detalles del CÓMO, la hoja de ruta estratégica se centra más en el QUÉ y el PORQUÉ. Es decir, considera CUÁLES son los cambios deseados y exactamente POR QUÉ son importantes. El CÓMO se contempla únicamente a través de la lente de los hitos generales. En resumen, se puede definir la planificación estratégica como un enfoque integrado que vincula la visión transformadora con la disciplina de ejecución, al tiempo que alinea las diversas capacidades y recursos de la organización para alcanzar los resultados deseados mediante el desencadenamiento de un valor innovador.
La planificación estratégica se confunde a menudo con la planificación a solas, pero no son exactamente lo mismo
La planificación estratégica adopta varias formas. La planificación del mercado describe la ambición del negocio en términos de cuota de mercado, posicionamiento y diferenciación de la marca. La planificación tecnológica incluye objetivos relacionados con el liderazgo tecnológico, la ventaja competitiva y el crecimiento. La planificación de productos se centra en el desarrollo ágil de productos, la capacidad de recuperación y la rentabilidad. La planificación de los proveedores recomienda las mejores alianzas y asociaciones basadas en puntos fuertes complementarios y visiones comunes.
Ventajas y beneficios de la planificación estratégica para fabricantes, empresas y emprendedores
Pivotar en torno a las oportunidades con agilidad en un ecosistema de mercado en rápida evolución, al tiempo que se evitan los escollos y se permanece fiel a los valores, puede ser un acto de equilibrismo complicado. La planificación estratégica se esfuerza por facilitarlo. El 61% de los ejecutivos afirma que su empresa no ejecuta los planes estratégicos. Según el Boston Consultancy Group, sólo el 30% de las transformaciones digitales consiguen alcanzar sus objetivos. La elaboración de planes estratégicos puede colmar esa laguna tendiendo un puente entre el pensamiento y la acción. Estas son algunas de las grandes ventajas de la planificación estratégica para empresas, marcas y emprendedores:
Sólo el 30% de las transformaciones digitales consiguen alcanzar sus objetivos. La elaboración de planes estratégicos puede colmar esa laguna tendiendo un puente entre el pensamiento y la acción
- La planificación estratégica desmitifica las complejas capas de las aspiraciones empresariales, simplificándolas en tareas prácticas que aclaran lo que debe hacerse en cada paso del viaje de transformación.
- La planificación estratégica personaliza y prioriza las actividades, los proyectos y las iniciativas que deben llevarse a cabo en un plazo de tiempo limitado, dando estructura y método al proceso de transformación empresarial.
- La planificación estratégica alinea todas las partes móviles de la empresa y pone a todas las partes interesadas en la misma línea, logrando la cohesión de las bases y garantizando la mínima pérdida de traducción entre las aspiraciones de los líderes y el resto del equipo.
- La planificación estratégica identifica los puntos fuertes y las oportunidades, subraya los retos y los puntos débiles, establece las aportaciones (esfuerzo, tiempo y recursos necesarios), sugiere medidas correctoras, asigna el talento a la función, describe las responsabilidades y recomienda alianzas y socios.
- La planificación estratégica también ayuda a la organización a mejorar la eficacia de las funciones cotidianas, como la fijación de objetivos, la toma de decisiones y la gestión del presupuesto.
- La planificación estratégica es importante para obtener la aprobación de la dirección de la empresa para nuevas iniciativas y objetivos, y para presentar prototipos o modelos de negocio a ángeles e inversores con el fin de recaudar fondos.
- La planificación estratégica es también una forma excelente de que una organización muestre su filosofía, su cultura y su "gran propósito", tanto interna como externamente. Transmitiendo al mundo con claridad lo que representa una empresa refuerza tanto la marca de la empresa como la marca del reclutador.
Cómo aplicar la planificación estratégica en las empresas
Se dice que el proceso de elaboración de la hoja de ruta estratégica es más importante que la propia hoja de ruta. La planificación estratégica es un proceso iterativo y continuo. Los hitos planificados a menudo actúan como pivotes de giro o transformación, ya que el clima empresarial, los objetivos y las urgencias cambian en poco tiempo. Dicho esto, es posible establecer un proceso amplio -con pasos- para crear una hoja de ruta estratégica. He aquí una secuencia orientativa de pasos y acciones que uno puede personalizar y considerar para la hoja de ruta estratégica de la empresa, la marca o la startup.
- Expresar la ambición.
- Subrayar los valores, la filosofía y el propósito.
- Construir y enunciar la visión y la misión de la empresa.
- Comprobar la resonancia con el ADN de la empresa, el propósito de la organización y la cultura del equipo.
- Realizar un análisis DAFO -de Fortalezas, Debilidades, Oportunidades y Amenazas-.
- Realizar un análisis PEST: la posición (en el mercado), los factores ambientales, las tendencias sociales y los avances tecnológicos.
- Prestar especial atención al análisis de la competencia.
- Aprovechar los puntos fuertes sin perder de vista los puntos débiles.
- Evaluar y tener en cuenta el tiempo, el esfuerzo y los fondos que hay que invertir para fomentar el cambio.
- Definir los objetivos principales, las principales prioridades y las metas a largo plazo.
- Averiguar qué aspecto tiene el éxito y traducirlo en métricas y KPI eficaces.
- A continuación, desglosar en objetivos, tácticas y tareas a corto plazo, incluidos programas, iniciativas y proyectos especiales.
- Comunicar la hoja de ruta estratégica externa e internamente.
- Proporcionar plataformas y oportunidades para que las ideas y el talento tengan un impacto.
- Aportar claridad, agilidad, gobernanza y resistencia en cada paso.
- Pensar en grande, actuar en pequeño: Desplegar la hoja de ruta estratégica en fases cortas (en lugar de hacerlo todo a la vez) para que las cosas sean manejables.
- Supervisar el progreso, perfeccionar los enfoques y volver a hacerlo.
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